2006/09/30

LA CIUDAD CAVERNA.




Nota.

Por Iniciativa Ciudadana.



Desde la asociación Iniciativa Ciudadana se agradece a las distintas instituciones culturales, academias históricas, asociaciones ciudadanas y plataformas cívicas la movilización en favor de la protección de la ciudad, en concreto de la Vega Baja, tanto por su importancia arqueológica, como por su relación con el paisaje histórico urbano.

Estos dos aspectos son también objeto de nuestra preocupación dentro del Casco Histórico.

La proliferación de obras dentro de este barrio está trastocando el perfil del paisaje urbano al modificar -al alza- las alturas de los edificios, donde estrechas calles se están convirtiendo en callejones, y encajonados callejones en cuevas oscuras y sin luz.



Se beneficia con luminosidad y paisaje al futuro propietario de las novísimas últimas plantas del edificio reformado o de nueva construcción, y se castiga al resto de los ciudadanos a deambular por estrechas vías publicas cada vez mas convertidas, paso a paso, en pasillos lúgubres donde cada vez va disminuyendo el tiempo que llega al suelo la luz del día.



Quizás tendría que volver la reina Dª. Juana de Castilla a promulgar una orden para que los vecinos de los bajos y de los primeros no tengan la impresión de vivir en cavernas. Desde luego el Ayuntamiento no parece dar importancia a la luminosidad natural que debería de entrar en toda vivienda de nueva construcción, aunque solo sea en beneficio de esas políticas a favor del ahorro de energía en el ámbito domestico. ¿ Cuantas nuevas y caras soluciones habitacionales de primeras plantas en Casco tienen ahora que necesariamente encender sus bombillas ya a primeras horas de la mañana cuando antes no era tan necesario?

Respecto a los restos arqueológicos, no tenemos datos concretos sobre la destrucción, pero la modificación de las estructuras interiores originales de los edificios antiguos para convertirlos en apartamentos mínimos -40 o menos metros cuadrados- es seguro que está terminando con una serie de elementos dignos de conservar. Uno de estos elementos, los patios, cada vez quedan menos con su alzado, planta y superficie, ya que los constructores, para ganar metros para algún que otro nuevo mini-apartamento, terminan por suprimirlos o por convertirlos en una estructura mínima absolutamente distinta de la original, algo similar a un hueco de luces.

Por último añadir que otra consecuencia de las mal llamadas rehabilitaciones –en realidad obras nuevas- de antiguos edificios en el Casco, que se conocen de primera mano por varios ciudadanos, es el cambio de los cursos de aguas subterráneas que desde siempre han discurrido bajo las calles, por las depresiones de este barrio lleno de pequeños cerros. Se conocen pozos y aljibes, con siglos de historia, que se secan, que se taponan, que se destruyen, que desaparecen. Consecuencia: antiguos arroyuelos y torrentes ocultos cambian de trayectoria, y viviendas vecinas que nunca habían tenido humedades tienen ahora verdaderos charcos en las paredes bajas de sus viviendas. Otro efecto del nefasto control municipal –laissez faire, laissez passer- de las obras, publicas y privadas, en el Casco, que perjudica a vecinos inocentes, y que beneficia a ciudadanos que solo buscan, y a toda costa, su beneficio mercantil.

Iniciativa Ciudadana no cree en un Toledo con las incomodidades del siglo XIX, pero tampoco entiende que sea mejor un Casco Antiguo del siglo XXI donde desaparece la verdadera naturaleza de los patios, donde se destruyen pozos y aljibes urbanos, donde minúsculos y modernos mini-pisos tienen que encender las bombillas a primeras horas de la mañana para no tropezar con los muebles, donde se pasea por callejones cada vez mas convertidos en cuevas que en vías públicas, donde el histórico perfil urbano del paisaje se ve tan negativamente afectado que impacta visualmente solo a los ciudadanos que utilizan la sensibilidad y no a los que solo sienten las cosas a través de su bolsillo.

No hay comentarios: