2006/03/29

EL BOTELLÓN DEFINIDO COMO UNA DE LAS BELLAS ARTES.





Colaboración.
Boletin EL RESIDENTE 001/017-To-2005.

Por Hilario ALARCON.




NO DIGA "latifundismo urbano de especuladores avarientos", diga "COMPLEJO problema social de acceso a la vivienda".

No diga "salvaje y explotador desarrollismo inmobiliario modelo Benidorm o Marbella", diga "COMPLEJA y necesaria actualización del Plan de Ordenación Urbana Municipal".

No diga "viejos negreros con nuevos esclavos"", diga "COMPLEJA y delicada situación de trabajadores inmigrantes sin papeles".

No diga "graves y continuas agresiones a ciudadanos inocentes", diga "COMPLEJA cuestión social que requiere profundo estudio y conversación con los sectores sociales afectados"

El palabro "COMPLEJO" es la actual y torpe muletilla del poético lenguaje correcto de esos personajes de cuento de pesadilla que escribió Lewis Carroll -Alicia en el País de las Maravillas- y que forman una entrañable y triste tropa política.

Ahora, una SIMPLE concentración callejera de pandillas achispándose en más o en menos, es una COMPLEJA manifestación contracultural (¡¿?!) de jóvenes que espontáneamente ejercen su derecho de reunión en la calle, que solo utilizan el alcohol como elemento de cohesión social.



Para una misma realidad, a un lado de la esquina un adulto está casi inconsciente emborrachándose, y en el otro un mozalbete solo está desarrollando -mientras vomita - una jovial relación social a través de una droga dura aceptada por la sociedad. ¡ Cuánta bobería!. Estos jóvenes lúdicos no llaman a estas concentraciones BIBLIOTECÓN o DIALOGÓN, sino que describen la finalidad de estas conferencias bautizándolas, franca y descriptivamente, como acristalado BOTELLÓN.

Bajo el blablablá, la realidad es directa y simple, y la COMPLEJIDAD de la situación solo es creada, o por un sector metafísico participante en estos complejos acontecimientos que se auto-protege intelectualmente con un cuerpo filosófico sobre la Juergalogía, o por pamplineros sociales más interesados en no enfadar a posibles votos botelloneros que en proteger a una minoría vecinal acribillada en sus derechos.

Sean meras hordas embriagándose o COMPLEJA manifestación cultural, se crea una mala conciencia. A cualquier paisano que intenta ser libre, le da gusto ver la animación callejera, porque tiene la firme convicción de que la vía pública es un espacio urbano abierto, que puede y debe ser disfrutado por todos sin distinción de raza, sexo y edad. Pero, como conciudadano, que no entiende la libertad sin la solidaridad, se siente un carcamal tiránico cuando pide a una policía de sainete -que solo baila políticamente con eficacia al ritmo de visitas de grandes dignidades o de acontecimientos religiosos católicos- que disperse no a todos, pero si al importante numero de lúdicos y envalentonados idos vandálicos que berrean, mean y vomitan hasta las tantas de la madrugada, unas cuadrillas de egoístas pandilleros que destruyen de forma consciente el mínimo de convivencia ciudadana. Para el que cree y quiere la libertad y la igualdad efectiva para todos, no se entiende el ejercicio de un derecho de forma agresivamente tribal, excluyente, utilitarista, dañino y negligente, digno de bestias del campo y no de hombres en sociedad.

Para los ciudadanos tolerantes y abiertos la sensación de necesidad de intervención de la policía es molesta y frustrante, y ha sido originada por la voluntaria y consciente dejadez incompetente de sucesivos gobiernos, administraciones y oposiciones políticas complacientes con los despropósitos y las injusticias sociales. Una banda política que no sabe, ni quiere, ni cree electoralmente conveniente proteger los derechos de unos cuantos ciudadanos frente a los abusos de un sector despótico que se ha auto-otorgado el monopolio de una ocupación totalitaria de la calle al grito mondo de PAN Y CIRCO.

Aquí no valen consideraciones éticas o morales sobre la salud de los festejantes de este tipo de veladas colectivas de conversación y drogadicción semanales. Si los botelloneros son mayorcitos de edad, ellos son los administradores de su cuerpo. Y si son menores, sus ciegos padres, como responsables legales, deberían hacer el esfuerzo de averiguarlo al liberarse de ellos cuando les dan el dinerito cada semana expulsando así los problemas adolescentes fuera de su perfecto hogar. Hay que seguir el consejo de algunos socráticos concejales y algún consejero juntero, expertos ideólogos de acampadas urbanas salvajes: hay que plantearse si un BOTELLÓN ocasiona un grave problema de convivencia social o es solo un COMPLEJO fenómeno juvenil que genera unas irremediables cargas que los demás - siempre las familias de los demás - deben soportar.



Pues bien, planteemos el fenómeno: ¿Concentraciones de casi un par de miles de personas que ocupan total y periódicamente vías públicas sin límite de tiempo y forma, cuando, para una esporádica y mera concentración de signo político, sindical o comercial con una decena de personas, estos estadistas y dirigentes exigen una comunicación previa a la administración competente y atenerse a determinadas instrucciones?... ¿Cientos de personas que literalmente taponan en las calles cualquier acceso a vecinos y vehículos?... ¿Contaminación acústica que genera las continuas fiestas nocturnas callejeras en la madrugada? ... ¿ Degradación de la limpieza e higiene publica que provoca cada noche la concentración de cientos de litros de orines y otras sustancias orgánicas vertidos en suelos, puertas y paredes vecinales? ... ¿ Cientos de kilos de residuos y envases de todo tipo y condición que son arrojados sin control en callejones, calles y plazas? ... ¿ Un diez por ciento de personas -datos de la Fundación Nacional Contra la Drogadicción-, en unas reuniónes de más mil gentes que consumen alcohol en exceso durante horas, que tienen unos comportamientos violentos contra las personas y vandálicos contra bienes públicos y privados, desgraciadamente siempre arropadas por el silencio sonriente de la "omertá" siciliana de un resto mas civilizado pero firme y cerradamente insolidario?... ¿Tres de cada cuatro menores a partir de doce años de edad que en estos sitios se inician en el alcohol u otras sustancias de cohesión social?... ¿Floreciente mafia pandillera violenta que trapichea descaradamente con pastillas y otras drogas duras ilegales a la sombra distendida de estos saraos?... ¿Decenas de leyes, reglamentos y ordenanzas vigentes aplicadas arbitrariamente o declaradas ahora sin sentido por electoralmente inconvenientes o incomodas?

Desgraciadamente, da igual dirigir estas preguntas a los clásicos y beatos políticos amantes del "Dios, Patria y Justicia", o a los políticos de la burguesía progre apasionados por la igualdad social solo en salones, congresos y ruedas de prensa. Esta COMPLEJA realidad cotidiana es manejada con hipocresía o con cinismo, según toque, por una tropa local, que solo emplea la sinceridad si sirve para hacer pupa al contrincante electoral en un eterno peloteo de problemas. UNOS que reconocen como grave la situación y aclaran que su policía de opereta no va a hacer nada contra las molestias y daños que se generan alrededor del BOTELLÓN hasta que unos tipos de la Junta -gente maravillosa encantada de conocerse a sí misma - den un primer paso. OTROS que reconocen como grave la situación, exculpan a los pilatos de la Junta, y señalan a los demás por inhibición y dejación de funciones como culpables de las molestias que genera la sana y necesaria diversión juvenil. Y TERCEROS que reconocen como grave el asunto, pero describen el fenómeno como una romería pastoril con caballeros y damas de la Tabla Redonda con fondo de música de Mozart, donde la mocedad se reúne por el placer de conversar de política, tecnología, arte y literatura, donde la mayoría bebe zumos recién exprimidos, donde solo tres de cada diez bebe alcohol, y donde solo uno de éstos tres últimos se emborracha por accidente cuando tropieza y da de bruces con su boca contra un vaso de plástico repleto de calimocho.

Topamos con toda una camarilla de charangueros que en lugar de cumplir con su obligación de proteger primero a la parte mas débil agredida, evitar mas daños, prevenir enfrentamientos sociales y garantizar los derechos de todos y no solo de sus protegidos, se comporta como un vulgar gremio de tenderos electorales. Primero mira hacia el lado de los hostigados y sus ojos se limitan a contar un puñado de decenas de votos, y después gira la cabeza, y ve un enorme avispero de un par de miles de festivos posibles votantes. Y mientras, como los roñosos contables que parecen, hacen sus sumas y restas. Y utilizan reuniónes teatrales de paripé, complejas teorías sociales, tendenciosas excusas, y soluciones de compromiso que, o nunca son comprobables, o nunca son practicables, o nunca son eficaces.



Entretanto, el tiempo pasa, y se sufre el resultado matemático de su comodidad y conveniencia política, y, sobre todo, de su torpeza. Y el desatino de un político no es un complejo fenómeno social, sino una simple y directa desgracia, que es real y evidente para todos los conciudadanos que continúan siendo castigados cada día, cada semana, cada mes, cada año.

Por favor, mientras el tiempo transcurre plácidamente para estos jóvenes alumbrados y para sus protectores, que los vecinos cíclicamente ridiculizados sean finos, políticamente correctos, y no digan "desdicha nefasta", sino "político local con una COMPLEJA actividad".

1 comentario:

Anónimo dijo...

RIDICULO!!

Así calificamos a este articulo.

Lo mismo que dices en este articulo se podría aplicar a los bares; toda la gente que vive encima de las zonas de fiesta.

El botellon se hace porque resulta insostenible salir de fiesta yedo a un bar.
Por quen con los 4 euros q cuesta una copa en un bar de nuestra ciudad (y no es de las mas caras) hacemos un botellon de almejor 3 o 4 horas.

Cuando vosotros oooo vecinos cansados del ruido y de la "suciedad"(q recogen las personas encomendadas y bien pagadas para realizar esa función a primera hora de la mañana)haceis las putas romerias dejando el campo lleno de mierda, tortilla, botellas, papel albal y similares ....

Cuando pasan las procesiones y vosotros ooovecinos civicos cultos y educados dejais la calle llena de pipas.....

cuando a las 8 de la mañana la iglesia a la que seguramnt vayas todos los domingos ooovecino se pone hacer ruido tocando las campanas.....


quejaros los q os de la puta gana!

porq yo ya he tomado la determinación de hacer algo a favor nuestro, estoy harto de solo leer articulos en nuestra contra.

Os vamos a llenar la ciudad de pintadas y revindicaciones!

Que os den por culo!