2006/09/29

BRUJAS DE SALEM EN EL AYUNTAMIENTO DE TOLEDO.




Nota.

Por Iniciativa Ciudadana.



Desde que se publicó la noticia de que el Ayuntamiento había iniciado la apertura de un expediente a D. Gregorio Marañón por una posible apropiación de un camino público, no se sale del asombro.

Desde hace años, en el Casco Histórico existe el Callejón de los 7 Agujeros, una vía pública con farola de alumbrado municipal con una cancela particular.



Parecida verja tiene el Callejón del Infierno, así como de otras vías publicas cuyos accesos, hace ya lustros, han sido cerradas con rejas o tapiales por particulares ante la pasividad de técnicos y políticos municipales.



Y no vamos a extendernos en como una obra ilegal en la Cava Baja sigue ocupando desde hace meses amplias zonas de vias públicas que van mas allá de las fincas intervenidas por una constructora con actitudes corsarias.



Y tampoco vamos a exterdernos sobre el desentendimiento municipal sobre la no ejecución de sentencias firmes de contenido urbanistico contra edificios de asociaciones de empresarios u hoteles de empresarios.



En concreto, este asunto sobre la desaparición física de vías públicas por la ocupación de particulares ha sido denunciado continuamente por Iniciativa Ciudadana en la Junta de Distrito y en los medios de comunicación. Ante lo expuesto, está claro que el caso de Marañón huele a caza de brujas, a venganza de la Junta de Gobierno Local, que ha registrado en sus archivos hasta encontrar un expediente urbanístico resuelto y cerrado favorablemente por el alcalde del Ayuntamiento en los años 80. Es notorio que D. Gregorio Marañón fue una cabeza visible, eficaz y notable, que junto a otras asociaciones y ciudadanos, se manifestó en contra del plan abusivo de urbanización en la Vega Baja promovido por el alcalde-hooligan de constructores.

Lo triste es que seguimos sin sorprendernos que estas cacerías políticas sigan en los tiempos actuales, iguales que las que existían en las anteriores épocas donde los caciques y señoritos locales veían al Ayuntamiento como una prolongación de sus intereses o gustos particulares, de familiares y de amistades. Y así estamos, sumidos en una danza bufa: si rozas algo mío hago que mi gente te haga una visita y te dé un paseito.

Desde aquí nuestro apoyo a Gregorio y a todos los que, por no bailar con todas las necedades del señor feudal de turno, terminan obligados a escuchar la música embrutecida del mas feo.

No hay comentarios: